En una realidad empresarial en la que se asiste a una progresiva valorización de la imagen empresarial, las marcas, los modelos y las patentes asumen progresivamente un mayor valor de intercambio y una gran fuerza comercial y publicitaria.

La protección de las marcas, patentes y modelos se limita frecuentemente a la tutela jurídica sin considerar que nos encontramos ante actividades empresariales, a las que se les tendría que reconocer una relevante importancia económica presente y futura.

De aquí la conveniencia de realizar una valoración económica de cada elemento o de toda la cartera de marcas, patentes y modelos, en circunstancias como, por ejemplo, cesiones, adquisiciones, fusiones de empresas, solicitudes de financiación o contratos de licencia, con el fin de ofrecer un cuadro exhaustivo de la situación económico-patrimonial de una empresa.